EL AJO

Estimula las mucosas gastrointestinales provocando un aumento de las secreciones digestivas y de la bilis.
Es diurético.
Aumenta las secreciones bronquiales, por lo que se dice que es expectorante, desinfectante y descongestionante.
Su consumo frecuente provoca vasodilatación (aumento del diámetro de pequeños vasos sanguíneos; arteriolas y capilares) lo que hace que la sangre fluya con mayor facilidad y que disminuya la presión sanguínea.
Por todo ello, el consumo habitual de ajo es muy recomendable en caso de parasitosis intestinales, cualquier proceso infeccioso y para aquellas personas que tienen hipertensión y riesgo cardiovascula
El ajo crudo es un excelente remedio naural para varias dolencias comunes, como ya todos sabemos, su olor es bastante fuerte y persistente pero para evitarlo se puede consumir en píldoras o en aceite.El consumo regular de ajo sirve para bajar la Hipertensión arterial y el Colesterol con lo cual se previenen los infartos cardivasculares, la arterioesclerosis y mejora la circulación sanguínea.Al tener estas propiedades el ajo resulta un buen remedio natural de falta de erección en los hombres ya que al activar la circulación mejora el flujo sanguíneo en la zona genital.
El ajo es un excelente remedio casero para los hongos de la piel y la Candidiasis genital, en estos casos se aconseja el consumo en forma diaria de ajo crudo o en cápsulas y las aplicaciones del aceite en la zona afectada.Para el reuma se utiliza en forma externa machacando unos cuantos dientes, luego se mezclan con miel y se colocan en forma de cataplasma sobre la articulación dolorida.El ajo crudo en ayunas sirve para combatir los parásitos intestinales, para ello se machacan 7 dientes y se comen con un trocito de pan, esperar al menos media hora antes de ingerir otro alimento.El ajo sirve también para la digestión y para limpiar el hígado, pero las personas que padecen gastritis o úlceras deben abstenerse de consumirlo crudo ya que puede causar irritación en la mucosa del estómago.Son muchas las propiedades medicinales que desde siempre se le han asignado a esta planta, originaria del centro de Asia .El ajo, ayuda a prevenir y curar todas las enfermedades de las vías respiratorias.Se utiliza para eliminar parásitos y en estos casos el jugo del ajo es uno de los mejores remedios, y aún en las especies difíciles de expulsar, se obtienen resultados sorprendentes.Ayuda a quienes padecen de ácido úrico y actúa como protector en la calcificación de las arterias. Previene la hipertensión y la mala circulación, ya que tiene una acción hipotensora.Es estimulante, diurético y expectorante. El ajo ayuda a eliminar los viejos residuos que van quedando en el organismo, sus enzimas favorecen una buena síntesis de los ácidos grasos, ayudando a bajar el colesterol malo o LDL.Tiene un alto contenido de fósforo y de azufre, por eso se destaca como un sedante especial para los nervios.Aconsejan comerlo crudo ya que cocido pierde más del 90% de su efectividad.
El ajo produce mal aliento y transpiración desagradable, sólo por un corto período de tiempo, es decir mientras se expulsan las toxinas acumuladas en el organismo, una vez liberadas éstas, ya no se despide mal olor, ni en el aliento, ni en la transpiración, ni siquiera en la orina y las deposiciones. Esto es debido a que ese olor desagradable que se atribuyen a los ajos, no es debido a los ajos propiamente dicho, sino a las toxinas acumuladas en el organismo que, al combinarse con los activos principios eliminadores del ajo, despiden ese olor desagradable. Esto se puede entender fácilmente con este ejemplo. Una persona que practica una alimentación sana y natural, donde el ajo ocupa un lugar preferencial, no desprende ese olor tan desagradable que se le atribuye al ajo, pero sí ocurre esto, en aquellas personas que comen ajo, pero a su vez continúan una mala alimentación, en base a alimentos ricos en grasas, embutidos, bebidas alcohólicas, etc. En estos casos lo que sucede, es que el ajo continua constantemente, eliminando toxinas, producidas por la mala alimentación, y es justamente, la constante eliminación de estas sustancias, la que producen ese olor desagradable, no el ajo.
Podemos comenzar para acostumbrarnos, con uno o dos dientes de ajo, que lo podemos acompañar con un pedazo de pan, masticándolos bien. Luego, de a poco, aumentaremos hasta llegar a cuatro o cinco. La cantidad depende de la tolerancia de cada persona, hay quienes llegar a comer hasta una cabeza entera sin molestias y con grandes resultados.
En casos de reuma, da excelentes resultados, crudo, rallado, aplastado o picado, lo ponemos en una taza con un caldo de verduras, y lo tomamos media hora antes de las comidas.
Es muy recomendable como desinfectante, por lo tanto en caso de picarnos algún insecto extraño, podemos frotarnos con ajo crudo.
Y para finalizar, diremos, que el órgano que más se beneficia con el ajo crudo, es el corazón. Si tenemos en cuenta, que el ajo, es el gran purificador de la sangre, sacaremos como consecuencia que también es el gran fortalecedor del corazón.Afrodisíaco y energético
Su origen está en Asia Central, pero los chinos y egipcios ya lo utilizaban en la más remota antigüedad: Alimentaban con ajos a los esclavos que construían las pirámides porque creían que el ajo les aportaba energía. También se empleó en el proceso de momificación y como moneda.
En Grecia y Roma el ajo se consideró un potente afrodisíaco y en la época medieval se usó el ajo para librarse de brujas, vampiros y malos espíritus. En otros andares, durante la II Guerra Mundial se repartía entre los soldados para que tuvieran un remedio contra las heridas.
El uso de ajo an altas dosis, ya sea crudo o en extractos, está desaconsejado en hemorragias traumáticas ó menstruales. Piense que tiene auténticas propiedades fluidificantes y por tanto puede impedir los procesos de coagulación.Así mismo se desaconseja su uso durante el embarazo.
Desde el punto de vista medicinal las preparaciones más convenientes son:
1. Crudo:Masticar 1 a 3 dientes por la mañana. Tiene la pega del mal olor corporal y de que no controlamos la cantidad efectiva de principios activos con efectos terapéuticos.
2. Extracto de Ajo: En cápsula o perlas. Tienen la ventaja de no provocar mal olor corporal. La dosis habitual para conseguir efectos terapéuticos son de 600 a 900mg diarios.
3. Decocción de dientes de ajo: Hervir una cabeza de ajo en unlitro de agua durante cinco minutos. Tomar tres tazas diarias. Se pierden parte de las propiedades pero se evita en parte el mal aliento.
4. Maceración en vinagre: Tiene la pega del mal olor corporal que provoca. Además su contenido en principios activos es menor que en los casos anteriores. Sin embargo su uso durante espacios de tiempo prolongados puede tener efectos de acumulación en nuestro cuerpo. Por ello es un modo de empleo para sostener durante periodos largos de tiempo.
Si lo que se busca es prevenir, los modos de empleo 1, 3 y 4 serán los ideales, pero hay que sostenerlos en el tiempo. Si por contra queremos coayudar a un tratamiento ya instaurado por su médico, la opción de las perlas o cápsulas es más aconsejable.
El ajo, es considerado, uno de los vegetales curativos, más importantes. En los últimos años, se le ha estado dando, mucha más importancia y difusión a este vegetal, y a tratar de educarnos para estimularnos en su consumo, brindándonos mucha más información sobre todas sus propiedades y sobretodo, como actúa, como medio preventivo y curativo en las distintas enfermedades. Por lo tanto, una vez recopilada esta información, de muchos artículos leídos, en distintos textos y revistas que consideramos serios, creemos que lo importante, no es tenerlas guardadas, sino difundirlas lo más posible, para que éstas informaciones y conocimientos puedan servir, a su vez de ayuda a todo aquél que la necesite.
Los ajos tienen propiedades que favorecen al buen funcionamiento del corazón y, junto con los cítricos, ayuda a protegerse contra los constipados y la tos. El ajo es un remedio natural que se utiliza para el asma, la tos, dificultades respiratorias, bronquitis, tuberculosis etc. Al parecer dar constratados resultados para combatir reumas.El ajo nace en el antiguo Turkestán ( limite entre China y Afganistán e Irán) desde donde viaja a China, India, norte de Europa y las márgenes del Mediterráneo.
La primera cita que se conoce se ubica en el 400 a C y pertenece a un herborista chino. Los Sumerios y los pueblos de la Mesopotamia ya reconocían sus poderes curativos.
El Codex Ebres, un papiro médico que data del 1550 a C contiene 22 menciones sobre el ajo y su aplicación en el control de cardiopatía, mordeduras parásitos intestinales y tumores.
Entre las personalidades que contribuyeron a su propagación se cuenta Alejandro Magno ( 320 a C) Atila ( 550 d C) y Gengis Khan ( 1200 d C)
El motivo de tal difusión fue su utilidad como conservarte de la carne y el pescado su reducción de tamaño y la facilidad para almacenarlo.
Homero, Miterdates, Herodoto, Aristóteles entre otros recomendaban el uso del ajo con virtudes terapéuticas.
Entre las personalidades que contribuyeron a su propagación se cuenta Alejandro Magno ( 320 a C) Atila ( 550 d C) y Gengis Khan ( 1200 d C) El motivo de tal difusión fue su utilidad como conservante de la carne y el pescado su reducción de tamaño y la facilidad para almacenarlo. Homero, Miterdates, Herodoto, Aristóteles entre otros recomendaban el uso del ajo con virtudes terapéuticas. La producción La Argentina es el segundo país exportador de ajo del mundo. Las provincias de San Juan y Mendoza son las principales zonas de producción .
Los organismos de normalización han establecido dos grandes grupos de ajos: comunes y nobles; y siete tipos comerciales: Rosado VioletaMorados Blancos ColoradosCastaños Dentro de estos tipos comerciales, el INTA ( Instituto Nacional de Tecnología agropecuaria ) ha desarrollado variedades, con gran personalidad “ que permite que la Argentina lidere la producción de ajos diferenciados con más de diez variedades puras.Las variedades “ rojas o coloradas” ( Fuego, Gostoso o Sueño) son las de sabor mas fuerte. Existen ajos de sabores muy suaves ( Castaño) grades ( Unión ) blancos ( Perla) y pigmentadas ( Morado) . Hay una variedad para cada necesidad.Cada uno posee un sabor característico que esta seguido por las características del suelo, el clima y las condiciones y tipo de alimentación. Anatomía del sabor
Los dientes “ de ajo poseen un periodo de reposo natural que se inicia ni bien se ha cosechado.En dicho momento no es capaz de brotar. Si es desgranado del bulbo ( cabeza) se inicia la vida individual del diente. Por eso los “ dientes” solo deben separarse para ser utilizados. Cuando se corta un “ diente” longitudinalmente y se observa desde el exterior hacia el interior, se encuentra la siguiente organización de los tejidos: Hoja de protección o piel.Hoja de reserva o pulpa.Hoja de brotación.Hojas verdes.Las de brotación evitan lesiones en la pulpa y es la que da el nombre a denominaciones comerciales.La pulpa representa el 90 % y es la responsable del sabor, debido al contenido de principios aromáticos azufrados. La hoja de brotación durante el periodo de conservación, formando un tubo que protege las hojas verdaderas de la futura planta. Condiciones de conservación Para la conservación de los ajos, las temperaturas ideales son entre 0 y 2 grados. También se logra un buen resultado con temperaturas superiores a los 20 grados que inhiben la brotación. Además, a estas temperaturas se producen bruscas deshidrataciones. La práctica habitual de conservar los ajos en la heladera no es recomendable, pues temperaturas entre 5 y 15 grados provoca una rápida brotación.Por lo tanto, para obtener la máxima conservación del ajo, los bulbos deben reservarse a 0 grados. Y deben ingresar a la cadena de frío antes de los primeros 60 días desde la cosecha. Tenga en cuenta que si la cadena de fío se rompe, se aceleran los procesos maduración.
Ajos varietales Ajos morados.Ajos blancos.Ajos violetas.Ajos colorados.Ajos castaños . Curiosidades y secretos El ajo sería el responsable de la primer huelga de la historia, cuando dejaron de suministrarlo en la dieta de esclavos que construían las pirámides de Egipto. También provoco uno de los primeros actos de discriminación de los romanos hacia los hebreos, por el aliento que tenían debido al alto consumo.Principales secretos culinarios en el manejo del ajo Pele los dientes remojándolos sólo algunos segundos en agua caliente.No los corte con utensilios de hierro. Use sólo madera.Si sólo desea un toque de sabor en platos calientes, cocine los dientes enteros, sin pelar, o rehóguelos y retire rápidamente.Para los platos fríos, frote un diente de ajo cortado en la fuente de servir.Si desea preparar ajos fritos, recuerde que el aceite no debe estar demasiado caliente.Si prefiere ajo untable de muy suave sabor, envuelva los dientes pelados pero enteros en papel aluminio y cocínelos en el horno o parrilla hasta que alcancen la consistencia de pasta.Su nombre latino ( ajo, alho, ali aglio, alla, allo) proviene del vocablo celta allá que
significa fuerte ardiente e incendiario; mientras que su nombre anglosajón “ garlic” tiene origen en la palabra garc ( atravesar), y leac ( olla, marmita) lo que probablemente este vinculado a su fuerte olor. El ajo y la salud Originario de Asia Central, el ajo es una de las plantas curativas mas antigua de la que tenemos referencia. Pertenece a la familia de las Liláceas al igual que las cebollas, puerros, o cibulette, y su fruto está constituido por muchos dientes reunidos en un único bulbo. Su olor, penetrante y persistente, constituye su característica mas notable. Por eso Shakespeare, en” Sueño de una noche de verano “ desaconseja su uso a los actores que deben, en la obra dirigir “ dulces palabras al público “ .Desde la antigüedad, el ajo fue apreciado como alimento por el sabor característico que le entrega a las comidas, y también como planta medicinal. En este sentido, las referencias más antiguas las encontramos en algunos documentos en sánscrito y la primer cita costa en el Codex Ebers ( 1550 a C),un papiro egipcio de unos 20 metros de largo que contiene una decena de formulas terapéuticas. El ajo está propuesto en 20 de estas fórmulas como remedio eficaz el dolor de cabeza, la picadura de insectos y para aliviar dolores musculares.Los resultados reunidos por la medicina egipcia, depurados de fórmulas mágicas y rituales, fueron adquiridos por los griegos.Hipócrates, el más grande médico de la antigüedad, que basó sus teorías en la observación de los hechos, recomendaba utilizar el ajo por sus cualidades medicinales, avalando así la tradición y experiencia popular.
Enciclopedia
Historia Naturalis
Plinino el Viejo - y estamos ahora en Roma del 1 siglo después de Cristo,- en su Historia Naturalis indica varios usos terapéuticos para el ajo, y no es ningún misterio que los legionarios romanos lo usaban habitualmente como antiparasitario y para combatir diversas enfermedades infecciosas.
Otra referencia importante la encontramos en el Herbario de Urbiano, un manuscrito del siglo XVI que constituye una preciosa colección de recetas que mezclan medicina popular y conocimientos empíricos sobre las virtudes terapéuticas de las plantas.
Luis Pasteur
Para obtener un reconocimiento con base científica más cierta, es necesario esperar hasta el siglo XVII. En 1858 Luis Pasteur individualiza y define con certeza la calidad antibiótica del ajo. Luego en los inicios del siglo XX Albert Schweitzer lo utiliza en África como remedio contra la disentería. Actualmente su ejemplo se determina para combatir la difteria, tifus, tuberculosis y hasta el cólera.Estudios epidemiológicos realizados recientemente en China ( donde se consume ajo por lo menos hace 3000 años) indican una significativa disminución del riesgo contra el cáncer de estómago en los habitantes de la provincia de Shandong habituales consumidores de ajo y otras Liláceas en abundancia. En síntesis esta planta amiga del Hombre gracias a sus principios activos, desarrollan una actividad antibacteriana, antiséptica, mucololítica e hipertensora, además por ser eficaz regulador del sistema cardiovascular.

No hay comentarios:

Publicar un comentario