AGUAS TERMALES


Las aguas termales son aquellas aguas minerales que, a más de 5º que la temperatura superficial,, salen del suelo, procediendo de capas subterráneas de la Tierra que se encuentran a una mayor temperatura.

Estas capas son ricas en distintos componentes minerales, ya que por ejemplo contienen hierro, flúor, bromo, yodo, boro, sodio, cromo, fósforo o silicio carbónico, entre otros.
Como ya hemos visto en algún que otro momento en keter blogger las aguas termales cuentan con una serie de propiedades realmente beneficiosas para la salud de las personas que siguen el tratamiento, pero en esta ocasión nuestro objetivo no es, precisamente, ocuparnos sobre los
beneficios de las aguas termales,

sino conocer en qué consiste un tratamiento de agua termal y cómo se realiza.
El tratamiento con aguas termales
Actualmente, la duración media de un tratamiento termal dura entre los 3 y 7 días, aunque lo más recomendable para que los efectos del mismo sean ciertamente duraderos, es que éste sea por 15 días.
En lo que se refiere al tratamiento en sí, y a su repercusión en la salud de la propia persona, tal y como anteriormente nos ha comentado Keter, cuando alguien se expone a un baño con agua termal recibe la acción directa de la temperatura caliente en forma de shock.
En este momento en concreto, los minerales empiezan a ser absorbidos por la piel, y luego son depositados en el tejido celular subcutáneao del paciente, desde donde se ejerce una acción muy importante activando el metabolismo orgánico.


Entre las propiedades curativas que poseen las “aguas termales”, podemos destacar que estimulan las defensas del organismo, sedan el sistema nervioso, reconstituyen y tonifican.
Ejercen acción miorelajante, sobre las contracturas y rigidez neuro-músculo-osteo-articular, de gran importancia en los tratamientos de rehabilitación y reeducación músculo esquelética. Hoy, ya es bien reconocido su poder analgésico y calmante de dolores. Depuran la sangre, eliminándose las
toxinas y productos de desechos por la sudoración y diuresis que provocan.
También reeducan el sistema termorregulador, de enorme importancia en el reumático que ha perdido su capacidad de reaccionar y adaptarse a los cambios del
medio ambiente. Y son de sumo beneficio en el tratamiento de edemas, tumefacciones y procesos crónicos fibrosos.
Según su composición, se las cataloga como: Aguas ferruginosas: cuya composición es principalmente hierro, aunque suelen acompañarse de bicarbonatos o sulfatos. Aguas cloruradas: que presentan cloro. Aguas sulfuradas y sulfurosas: con alto contenido de azufre. Muy utilizadas en el campo de la hidrología médica. Aguas sulfatadas: aparte de
azufre pueden incluir sodio, calcio, magnesio o cloro en su composición, también muy utilizadas.Y por último las Aguas bicarbonatadas: con bicarbonato. Frías y alcalinas y pueden ser sódicas, cálcicas, mixtas, cloruradas o sulfatadas.
La Organización Mundial de la Salud decidió establecer relaciones oficiales con la Federación Internacional de Termalismo Climatismo (F.I.T.E.C.) admitiendo oficialmente el tratamiento hidrotermominera.
Desde KETER
esperamos que conociendo los grandes beneficios para la salud que otorgan las “aguas termales”, no duden en experimentar estos bien renombrados tratamientos.

Al correr por el interior de las tierras, las aguas se cargan algunas veces de diferentes sustancias, por lo general minerales, que llevan consigo á la superficie del suelo. Las que han atravesado rocas impregnadas de sales y de materias solubles y que contienen de ellas una cantidad notable, además del carbonato y del sulfato de cal, toman el nombre de aguas minerales; se les añade el de termales cuando salen calientes y algunas de ellas hirviendo. Pueden ser al mismo tiempo minerales y termales.
Las aguas minerales contienen casi todas sales de hierro, sulfato de magnesia, magnesia y otras sustancias que les dan cualidades preciosas para la medicina.
Los manantiales sulfurosos son ordinariamente calientes y estan situados cerca de los volcanes y de los lugares sujetos á terremotos.

Consejos para los bañistas:



Los baños en las termas aumentan el gasto cardíaco, por lo cual es necesario siempre un control de la presión arterial. Muchas personas tienen diferentes mediciones de tensión arterial según la altura del complejo termal, de manera que hay que tener en cuenta esto. Por la misma razón se recomienda que entre los baños termales pasen 3 horas sin tomar otro baño y realizar un reposo de 5 a 10 minutos luego de bañarse. Esto es necesario saberlo para su cuidado (de todas maneras siempre debe hacerse una orientación médica para cada terma en particular) y sobre todo para que el “curista” pueda organizar sus jornadas aprovechando al máximo los recursos en la estadía que disponga.
Problemas clínicos:Osteoarticulares fango grisDermatológicos algas y fangosRespiratorios nebulizaciones, vapores sulfurosos y con agua carbonatada
Contraindicaciones:
Insuficiencia renalInsuficiencia respiratoria descompensadaInsuficiencia cardíaca descompensadaHipersensibilidad al azufre o al mineral de la terma específicaEnfermedades tumorales sin alta
Terapias:
Fangoterapia
Aplicación de emplastos de fango gris, lo que combina la temperatura con los minerales y la oclusión de los poros. Las máscaras faciales, como tratamiento estético, es uno de sus usos principales. Pero también se han reportado grandes resultados para la artrosis y enfermedades autoinmunes como el lupus eritematoso sistémico, fibromialgias y otras enfermedades del tejido conectivo.
Hidroterapia o inmersión:
se realiza una sesión de 15 a 20 minutos en una bañera o pileta con agua de la terma, con la modalidad de hidromasaje, hidropulsor (chorro localizado) o inmersión simple.
Inhaloterapia:
para casos de asma, EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), rinitis alérgica, sinusitis (entre otras), lo ideal es realizar vahos, nebulizaciones o simple exposición al vapor de las fumarolas, con aguas sulfurosas, carbogaseosas y radiactivas.

Efectos adversos de la cura balnearia

Cada terma tiene como dijimos una especificidad, así como cada patología presenta un tipo de recrudecimiento especial, descrito como casos excepcionales que suceden entre el tercer y octavo día de la exposición a las aguas termales. Hay que tener en cuenta esta posibilidad cuando el paciente refiere un malestar compuesto por cefaleas, trastornos digestivos, hipertermia, dolores vagos y una exacerbación de los síntomas de su enfermedad de base.
Los pacientes con hipersensibilidad a algún mineral podrán desarrollar reacciones cutáneas.
Para evitar esto es conveniente un buen asesoramiento médico en el caso de la alergia, pero también un estricto seguimiento de las indicaciones de los baños. Justamente la “dosificación” medida y progresiva de los baños termales tiene como finalidad la prevención de esta crisis termal. De todas maneras, una vez instalado el cuadro lo primero es evitar nuevos contactos y tratamiento de sostén, hidratación y cronoterapia.

Historia del termalismo médico

Muchísimo antes de que la medicina y el turismo se apropiaran de los baños termales, estudiándolos científicamente y generando paquetes de visita (que incluyen consulta O talleres krter ), los pueblos originarios o indígenas ya habían descubierto las propiedades saludables de estos asentamientos. Y aún antes de que se descubrieran las termas, los agentes físicos como la temperatura, los vientos y demás eran factores terapéuticos desde los inicios de la medicina griega. Esta corriente, al igual que otras como la homeopatía, debería esperar unos cuantos siglos para ser recuperadas a fin de siglo XIX por la medicina “oficial”, por la climatología y la geografía.

Historia del termalismo en Europa
Los minerales que manan del centro de la tierra han sido siempre codiciados por las cortes de Europa, a la vez que se ubicaban en lugares paradisíacos en medio de los Alpes, por citar un ejemplo.
En Italia se descubrió que una vertiente de agua mineralizada con litio tenía propiedades que mejoraban el estado anímico de ciertos pacientes con fragilidad emocional y algunas oscilaciones del humor. Años después se comercializó este mineral en comprimidos bajo su forma iónica como antirrecurrencial: una de las primeras medicaciones psiquiátricas, que se usa hasta la actualidad, para pacientes con trastorno bipolar.



Las aguas tienen distintos recorridos en el interior de la tierra, y ese trayecto le dará sus propiedades.

Por ejemplo, los minerales pueden provenir de los microorganismos como bacterias que lo secreten al medio; en zonas volcánicas se suma la temperatura y el estado vaporoso; si el lecho no es rocoso por completo, se agregará la consistencia del fango; las algas y otros organismos aportarán sustancias biológicas, y así según la geografía.
Aguas sulfuradas:

antialérgica y anafiláctica, indicada para procesos reumáticos, eczemas, psoriasis, pruritos intratables, enfermedad respiratoria crónica, traumatismos*Ferruginosas acción endócrina y neurovegetativaIndicación: anemia ferropénica, afecciones hepáticas

Bicarbonatadas:

acción: disminuye la acidez gástrica, estimula secreción pancreáticaIndicación: gastritis; si hay necesidad de aumentar la diuresis*Cloruradas acción antiinflamatoria, inmunitariaIndicación: estrés, por el efecto sedante; constipación, por el efecto peristáltico, procesos inflamatorios.*Radiactivas Acción: inmunitariaIndicación: reumatismo, problemas respiratorios y dermatológicos
Carbogaseosas:

acción: peristáltica, aumenta la ventilación pulmonar, bradicardizanteIndicación: cianosis, Sme de Reynaud, gota y otras alteraciones metabólicas*Sulfatadas: acción: catarsis intestinalIndicación: dispepsia, gastroenterocolitis.

KETER. En sus periplos, se ha topado, una y otra vez, con "los mejores del mundo". Una verdad, por cierto, difícil de verificar. Lo que sí puede afirmar y reafirmar es que sumergirse en la sedosa tibieza de un baño termal es como volver a una situación primigenia de placer supremo.Como sabe las aguas termales son visitadas hoy por sus virtudes terapéuticas pero los antiguos las usaban también como una instancia para socializar. Así, calmaban los dolores del cuerpo y sosegaban las inquietudes del alma. En la India ya cultivaban estos hábitos 2000 años antes de nuestra era. Desde ya, los griegos que no se privaron casi de ningún placer, convirtieron los baños de aguas calientes en rituales, como aparecen mencionados en la Ilíada. Los romanos priorizaron aquello de la socialización y, entre vapores, fogoneaban confabulaciones. Ya por esos años, la ciencia había reparado en la virtud de los baños termales. El gran Galeno, que vivió en el siglo II, afirmaba que nada era más purificador que un baño en los elementos de la naturaleza, combinando agua fría y caliente.Si bien cuando se habla de aguas termales todos imaginan un chorro de agua caliente con alguna difusa propiedad, SE sabe que las aguas, según de donde procedan, son muy diferentes. Según su origen geológico, hay dos tipos: las magmáticas y las telúricas. Las primeras nacen de filones metálicos o eruptivos, mientras que las telúricas pueden aparecer en cualquier lugar. Como ha palpado KETER la temperatura del agua magmática, por lo general mayor a los 50° C, es notoriamente más elevada que la de la telúrica. Los elementos más comúnmente encontrados en las aguas magmáticas, que generalmente manan cerca de zonas volcánicas, son arsénico, boro, bromo, cobre, fósforo y nitrógeno. Las aguas telúricas tienen bicarbonatos, cloruros y sales de cal. Una característica de todas las aguas termales es que contienen iones negativos, que relajan los músculos.La costumbre de sumergirse en todas las aguas calientes que encuentra le ha hecho reconocer varias de "las mejores termas del mundo".Muy cerca de la andaluza ciudad de Jaén, están los Baños de Jabalcuz, un antiguo caserío que mantiene como divinidad unas termas pequeñas y de aguas beatíficas. que en Budapest desde hace más de 2000 años se disfrutan los 80 millones de litros de agua altamente mineralizada que brotan de manantiales. Existen allí 123 piletas termales y 400 minerales.Desde ya, Italia ofrece opciones con prosapia. Es más, el nombre termas se aplicó por primera vez a unos baños construidos por Agripina en el año 25 de la era actual. Estas termas están desaparecidas pero uno puede darse idea de su grandeza visitando las Termas de Caracalla, inauguradas en el año 216. Pero prácticamente no hay lugar en el mundo que no tenga aguas termales con características propias. En Oriente Medio se publicita "la más nueva atracción de 2000 años de antigüedad". Se trata de las fuentes de aguas termales de Jamat Gader, en Israel. Ha sido un balneario durante siglos y sus aguas son reconocidas mundialmente por sus poderes terapéuticos expertos de la N.A.S.A. dentro de sus preparaciones medicas pasan por este lugar.
La "más nueva atracción de 2.000 años de antigüedad en Israel" atrae a las multitudes.
ketre naturopatia turistica

Las fuentes de aguas termales de Guedara, o Jamat Gader, han sido un balneario y centro de entretenimiento durante más de 2.000 años y sus aguas ricas en minerales han sido conocidas por sus poderes terapéuticos desde hace mucho tiempo. Haciendo explosión a través de grietas formadas en la depresión sirio-africana, estas fuentes termales se forman de aguas que hierven en el interior de la tierra y van absorbiendo minerales en su ascención hacia la superficie. Fuentes similares se pueden encontrar en varios otros lugares de Israel, incluida la región del Mar Muerto, Jaméi Yoav en el norte del Néguev y Tiberíades.
Según Epitanio, un historiador del siglo IV, la combinación de baños y espectáculos teatrales llevó a los padres de la Iglesia a sermonear que "Satanás trabaja en Jamat Gader". Efectivamente, una fuente se llamó Eros, por el dios griego del amor y otra era conocida como Anteros, en nombre del dios que castigaba a quienes no correspondían amor. Las fuentes, famosas por sus propiedades terapéuticas, fueron frecuentadas sucesivamente por griegos, romanos, judíos y musulmanes hasta el siglo VIII. En su apogeo durante la era romana, Jamat Gader contaba con siete fuentes a diferentes temperaturas; el punto focal era la fuente termal conocida hoy en día como 'La cisterna del Infierno' (Maayán Hagehenom) en hebreo o 'La cisterna frita' (Ain Maklen) en árabe. En su época, la mayoría de las piletas estaban cubiertas con altas cúpulas y encerradas con paredes decoradas con mármol.
Hoy en día Jamat Gader

es operado conjuntamente por cuatro kibutzim granjas comunitarias que han desarrollado la región con atracciones para toda la familia. Además de las instalaciones del balneario, el sitio cuenta ahora con un parque acuático, un aviario, un parque de reptiles y excavaciones arqueológicas. Dichas excavaciones incluyen los restos de un gran teatro romano que en su momento tenía capacidad para 2.000 espectadores, una pileta al aire libre llamada el Salón de las Fuentes, rodeada por 32 fuentes con foma de cabezas de animales, que en su época arrojaban a los bañistas agua fría.
De las muchas leyendas relacionadas con el balneario, una cuenta acerca del apóstol Pablo, que quiso ir a Jamat Gader cuando estaba mal de salud. Dado que no podía permitirse pagar el precio de la entrada, se bañó en una pileta lateral reservada para los pobres. La pileta lo curó de sus males, cuando Pablo quiso elevar su voz para una oración de gracias, había perdido el habla. En ese momento, surgió un chorro de agua fría, Pablo bebió del agua y recuperó la voz. La fuente se llama aún Ein Boulus, que en árabe significa 'La Fuente de Pablo.
Debido a la alta temperatura de las fuentes, el agua debe ser enfriada antes que los bañistas puedan entrar. El fuerte olor a sulfuro es impresionante para quienes visitan el lugar por vez primera, pero son esas sustancias químicas las que hacen los milagrso terapéuticos. Una sumergida en la pileta termo-mineral relaja los músculos tensos y es particularmente útil para quienes sufren de dolores en las articulaciones. Además, el calor del agua expande los vasos sanguíneos periféricos, baja la presión sanguínea y aumenta los latidos del corazón. Efrat Moscowitz, que trabaja en Jamat Gader hace ya tres años, explica que diez minutos de relajamiento en la pileta caliente de Jamat Gader equivale al ejercicio físico de caminar enérgicamente tres kilómetros. A los visitantes adultos se ofrecen masajes terapéuticos y compresas de aloe vera y de barro.
Quizás tan famoso como las termas sea el parque de reptiles, en el que se puede observar unos 200 cocodrilos mientras se camina por un seguro sendero. Adultos y niños por igual se impresionan por su tamaño. Desde puentes de madera, los visitantes pueden ver abajo a los gigantescos reptiles descansando en el calor del Medio Oriente con sus enormes hocicos abiertos de par en par. Según la época, se puede visitar las incubadoras, o fotografiarse sosteniendo un cocodrilo bebé, todo bajo la atenta supervisión del personal. No obstante, Moscowitz previene sobre acrobacias osadas. "En el período que llevo trabajando aquí, dos chicos saltaron a las piletas por encima de las barreras para hacer alarde de bravura ante sus amigos. Eso ocurrió en la primavera, cuando los cocodrilos se están despertando de su invernación, están muy hambrientos y pueden atacar a los seres humanos. En esa ocasión llegamos justo a tiempo. Los visitantes deben permanecer en los senderos - la vista desde allí es lo suficientemente cerca".

No hay comentarios:

Publicar un comentario