Fitoterapia

La Fitoterapia es la intervención para mejorar la salud mediante el empleo de plantas con propiedades medicinales o sus derivados.
Dependiendo de su presentación, su grado de evaluación, los hábitos de empleo y sus objetivos, podemos jerarquizar los distintos productos desde el fitoalimento hasta el fitofármaco, entendiendo este último como un auténtico medicamento. Desgraciadamente, la línea divisoria no siempre es nítida y precisa. Obviamente una legislación que contemple los criterios y procedimientos necesarios para considerar un producto como medicamento sería de gran ayuda a este efecto. Sin embargo, la complejidad de la práctica médico - farmacéutica seguirá exigiendo un ejercicio crítico importante.
A efectos de un posterior desarrollo y desde un punto de vista práctico en el que cabe infinidad de excepciones, serán fijados algunos términos clave:
FITOFÁRMACO: Planta medicinal, o sus derivados galénicos, que ostenta la consideración legal de medicamento o que, en su defecto, ha demostrado suficientemente su eficacia y seguridad en el tratamiento de determinadas enfermedades. En este grupo se encontrarán aquellos productos que tengan la consideración de alimentos a base de plantas medicinales, así como las fórmulas magistrales de acuerdo con los mismos criterios.
PODUCTOS HERBARIOS: Elaborados con plantas cuyas propiedades beneficiosas se basan en usos tradicionales, no contrastados por los procedimientos habituales en evaluación de medicamentos y cuya forma de utilización se encuentra al alcance de las prácticas cotidianas de los usuarios.
FITOTERAPIA: El empleo de las plantas medicinales con fines curativos, es una práctica que se ha realizado desde tiempo inmemorial. Durante mucho tiempo los remedios naturales, y sobre todo las plantas medicinales, fueron el principal, e incluso el único recurso de que disponían los médicos. Esto hizo que se profundizara en el conocimiento de las especies vegetales que poseen propiedades medicinales y ampliar su experiencia en el empleo de los productos que de ellas se extraen.
La fitoterapia, nombre que se aplica al uso medicinal de las plantas, nunca ha dejado de tener vigencia. Muchas de las especies vegetales utilizadas por sus virtudes curativas entre los antiguos egipcios, griegos y romanos pasaron a formar parte de la farmacopea medieval, que más tarde se vio enriquecida por el aporte de los conocimientos del Nuevo Mundo. Dichas plantas medicinales y los remedios que entonces utilizaban se siguen usando hoy en día.
Encaminando ya el texto hacia el desarrollo del proyecto, me centraré en la fitocosmetología como campo específico de acción del trabajo a realizar; y aún más puntualmente, en el tratamiento de la piel y de las faneras. En el transcurso del trabajo se busca, básicamente, desarrollar un tratamiento para la piel que en principio constaría de tres etapas: producto antiséptico, que cumpliría la función de liberar de impurezas la piel, producto astringente que cumpliría la función de preparar la piel y sus poros para cualquier tratamiento, y producto emoliente y suavizante, que cumpliría la función de dejar la piel tersa, finalizando así el tratamiento.
A continuación se listarán las especificaciones de los productos utilizables en los tratamientos mentados:
Antisépticos. Esta acción se debe a que contienen esencia y otras sustancias químicas como naftoquinonas, lactonas, etc.: Bardana, Caléndula, Hipérico, Hisopo, Ajedrea, Anís estrellado, Nogal, Lavanda, Menta, Albahaca, Orégano, Romero, Salvia, Serpol, Tomillo, Propóleo.
Astringentes. Ejercen esta acción las plantas ricas en taninos y otros tipos de compuestos como ácidos orgánicos, flavonoides, antocianinas. Sus acciones a nivel de la piel en uso externo son: disminución de las secreciones sebáceas, cierran los poros, reafirman la piel, vasoconstrictoras, descongestivas, y antiinflamatorias. Sobre se emplean en el tratamiento de pieles grasas: Hammelis, Nogal, Ortiga blanca, Escaramujo, Rosa roja, Zarzamora.
Emolientes y suavizantes. Esta acción la poseen los mucílagos, pectinas y almidón. Son capaces de retener agua manteniendo una adecuada hidratación y formando una barrera protectora sobre la piel por lo que ejercen una acción beneficiosa sobre las pieles secas: Lino, Malvavisco, Llantén, Borraja, Saúco, Gordolobo, Violeta, Pensamiento.
Los productos que se busca utilizar, aunque podrían ser suplantados son el Hammelis (astringente), la rosa roja (astringente), la violeta (emoliente y suavizante), la menta (antiséptico) y la lavanda (antiséptico).
2. PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN
2.1 Problema de investigación:
¿Qué elementos vegetales son idóneos para ser adicionados a un producto cosmetológico y a qué producto cosmetológico adicionarlos (jabones líquidos, cremas, lociones, tónicos, aceites, etc.)?
¿Cómo se pude sustraer la sustancia activa de dichos elementos y cómo adicionar esta al producto cosmetológico?
2.2.1 Objetivos de Investigación:
Identificar las sustancias activas que intervienen en la efectividad del Hammelis y la rosa roja como astringentes, la violeta como emoliente y suavizante, y la menta y la lavanda como antisépticos en su uso en la fitocosmetología.
Hallar el protocolo de asepsia para el proceso de extracción de dichas sustancias.
Hallar el protocolo de extracción de las sustancias activas en las plantas mencionadas.
Encontrar un producto cosmetológico que asimile cada sustancia, separando antisépticos de astringentes y de emolientes y suavizantes.
Finalizar un “kit” de limpieza y humectación para la piel basados en productos y regímenes fitocosmetológicos, es decir, con productos cosmetológicos adicionados con sustratos a base de material vegetal.
2.2.2 Justificación de la investigación:
Principalmente el producto fitocosmetológico que se busca elaborar (en general el kit de productos) no es un resultado comercial, sino un resultado de índole científica investigativa con miras hacia el adelantamiento teórico y práctico de la fitoterapia como ciencia médica alternativa que utiliza métodos naturales tradicionales. Fitocosmetológicamente, el producto puede mirarse como la unión de un producto de belleza químicamente elaborado al que se adicionará el extracto activo de una planta funcional (es decir una unión de la naturaleza y la ciencia), en busca de la curación de una enfermedad o irregularidad de la piel, de su prevención, o bien del mantenimiento de esta en un excelente estado.

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