Los alimentos funcionales color

Más allá de la estética de un buen plato bien servido, los alimentos tienen colores que dicen bastante sobre su valor nutricional, y tan sólo con observarlos podemos tener garantía de su aporte nutricional.
Esta es la primera de dos entregas sobre el valor nutricional de los alimentos según su color. En esta primera entrega nos focalizaremos en el rojo, en el amarillo y en el anaranjado, dejando para la próxima ocasión otros cuatro colores.
Rojo. En el caso de estos alimentos el origen de su color puede ser variado. En el caso de los tomates, moras o sandías, su origen es el licopeno, una proteína anti cancerígena que les da esa tonalidad, mientras que otras frutas rojas como las frutillas obtienen el color por la vitamina C, la cual es un fuerte antioxidante que también previene el cáncer.
Amarillo. El betacaroteno es el encargado de teñir de amarillo el maíz y los pimientos amarillos, al cual se encuentra asociada la vitamina A y la vitamina C. Además, en el caso de la mostaza, la curcumina es el pigmento que le aporta su color y que además inhibe la formación del cáncer.
Anaranjado. Finalmente, en el caso del naranja las zanahorias, batatas, melones, damascos, papayas y mango también contienen betacaroteno, a lo cual, al igual que en el caso anterior, se le asocia la vitamina A. Se trata de antioxidantes que previenen la formación de carcinomas en varias partes del organismo.En el día de mañana hablaremos de otros cuatro colores en los alimentos: verde, marrón, azul y blanco.Los fitonutrientes son compuestos propios de los vegetales que aportan distintos beneficios al organismo. De manera amplia, se puede decir que están relacionados con los pigmentos propios de los vegetales –los mismos que le dan su determinado color- los cuales, por ejemplo, pueden ayudar a combatir enfermedades degenerativas del cuerpo, entre otros efectos benéficos.
Hay que aclarar que esta clasificación de fitonutriente excluye a cualquier otro nutriente como las vitaminas y minerales, es decir, son de otra especie, y por eso se los ha englobado en esta clasificación.
Estos compuestos químicos –por eso mismo, también se los conoce como fotoquímicos- son propios de las plantas que, además de otorgarles su color- las ayudan a protegerlas de todo agente externo dañino y superar toda inclemencia propia de su ambiente.
Los fitonutrientes más conocidos son: los flavonoides, carotenoides, terpenos, luteína, sulfurofafanos, entre otros. Otra de las diferencias que tienen con respecto a los macro y micronutrientes es que carecen de valor nutricional. Sin embargo, actúan como antioxidantes naturales: ayudan en la eliminación de toxinas, resguardan al ADN celular, inhiben ciertas sustancias cancerígenas, fortalecen al sistema inmunológico y, a su vez, ayudan en la prevención de enfermedades crónicas degenerativas como pueden ser las cataratas, artritis, diabetes, arterosclerosis, etc.
Además, vale detallar que cada uno de estos tipos de fitonutrientes, relacionados con un tipo en especial de pigmento, tienen distintas funciones dentro de las tareas de cuidado y prevención en el organismo: así por ejemplo, los pigmentos verde y rojo intenso del repollo, la lechuga, los tomates y las fresas, favorecen la absorción de los rayos ultravioletas del sol, y contrarrestan así su posible daño sobre la piel.
Aún no existe una definición universal para los alimentos funcionales. El Consejo Internacional de Información de Alimentos define los alimentos funcionales como aquellos alimentos que proveen beneficios a la salud más allá de la nutrición básica. Definición muy similar a la que le otorgó el Instituto de Ciencias de la Vida de Norte América: alimentos funcionales son aquellos que por virtud de componentes fisiológicamente activos, proveen beneficios a la salud más allá de la nutrición básica.
De acuerdo a esta definición alimentos sin modificar como las frutas y los vegetales representan ejemplos simples de alimentos funcionales. Como por ejemplo la zanahoria y el tomate se considerarían como alimentos funcionales ya que contienen componentes fisiológicamente activos como el beta caroteno y el licopeno, respectivamente. Alimentos modificados como aquellos que han sido enriquecidos, fortificados o realzados con fotoquímicos también forman parte de la definición de alimentos funcionales. En adición la biotecnología de alimentos va a dar paso al un desarrollo más amplio de los alimentos funcionales.
El desarrollo de los alimentos funcionales está en continuo crecimiento debido a la demanda de estos productos por parte del consumidor y a que los mismos están asociados con la prevención y tratamiento de enfermedades como cáncer, hipertensión, hipertrigliceridemia, osteoporosis, enfermedades del corazón, diabetes entre otras.
Otros factores que contribuyen al crecimiento de los alimentos funcionales son:

Población envejeciente

Aumento en los costos de salud

Autonomía en el cuidado de la salud

Cambios en la regulación de los alimentos .

Alimentos funcionales
Beneficios
Soya
Disminuye los niveles de colesterol en sangre si se consume como parte de una dieta baja en grasa y colesterol. Se recomienda un consumo de 25 gramos de proteína de soya al día.
Avena
Contiene fibra que ayuda a disminuir los niveles de colesterol en la sangre.
Jugo de uvas
8 a 16 oz. de jugo de uvas al día ayudan a la buena función del corazón.
Ajo
Un diente de ajo al día ayuda a reducir la presión sanguínea y a disminuir los niveles de colesterol en la sangre.
Pescado
Consumir 6 onzas de pescado a la semana ayuda a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Nueces
Ayudan a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Chocolate
Un trozo de chocolate oscuro "dark chocolate" actúa como antioxidante y no eleva los niveles de colesterol malo en la sangre.
Esteroles y estanoles de plantas
Esteroles y estanoles son componentes que se encuentran en aceites vegetales, maíz y habichuelas. Estos componentes bloquean la absorción de colesterol en el intestino delgado y los encontramos en las margarinas "Take Control" y "Benecol".
Jugo, pasta, arroz, barras de meriendas y otros alimentos con calcio
Reducen el riesgo de osteoporosis
Cereal con ácido fólico añadido
Reduce el riesgo de defecto al tubo neural
Frutas y vegetales (vitaminas, fotoquímicos y fibra)
Reducen el riesgo de enfermedades del corazón y cáncer
Alimentos con azucares provenientes del alcohol (goma de mascar, bebidas artificiales, dulces)
Reducen el riesgo de caries dentales .
Los alimentos funcionales no son soluciones mágicas a los problemas de salud.

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