Uso medicinal de la Miel de Abejas


La miel es el endulzante natural más sano y beneficioso para la salud. Se trata de una emulsión densa y de gusto dulce, debido a que contiene diferentes monosacáridos y polisacáridos que tienen como fin alimentar a las abejas más jóvenes durante su desarrollo.
La miel es producida por una variedad especial de abejas, las melíferas. Estos animales toman el néctar de las flores y lo convierten en miel en unos sacos especiales en el interior de su tubo digestivo. Posteriormente se deposita en cubículos especiales en el interior de la colmena, donde madura. Numerosos animales, en especial mamíferos superiores, toman la miel como una parte importante de su alimentación. De igual forma, algunas especies de insectos producen una solución similar a la miel con productos de las flores y de algunas plantas.
El color de la miel suele ser un amarillo dorado muy agradable a la vista. No obstante, su coloración y sabor dependen en gran medida del tiempo de maduración y de su procedencia. La miel que tiene un color más amarillo y menos anaranjado se considera de mejor calidad. Las mieles de mejor sabor y textura se elaboran a partir de la flor de azahar, sin embargo las más consumidas son las que se hacen a partir de una especie de gramínea.
Su habilidad para absorber con facilidad el agua presente en el aire la ha convertido en un humidificante muy recurrido en diversas industrias. La cristalización de los azúcares contenidos en la miel obligan a calentarla para su venta al público. Se guarda en recipientes herméticos para evitar que vuelvan a formarse estructuras cristalinas. No obstante los cristales de fructosa se utilizan en la preparación de hidromiel por su facilidad para fermentar.
Es un excelente alimento, de gran valor nutritivo. Contiene vitaminas del complejo B y proporciones muy equilibradas de hierro, calcio, potasio, fósforo y sodio. Sus propiedades medicinales son ampliamente conocidas, y muy numerosas. Además de la miel, las abejas producen otras sustancias muy beneficiosas para la salud como la jalea real, el propóleo, la cera y el polen.
IndicacionesLa miel es la base de muchos jarabes naturales preparados con fines médicos.
Depurador de la sangre, revitalizador y tónico cerebral. Una cucharada de miel cada mañana en ayunas ayuda a limpiar las vías sanguíneas y a empezar el día con ánimos renovados.
Irritación e inflamación de la garganta. Su poder astringente hace que los gargarismos con miel sean un remedio excelente para este tipo de afecciones.
Para contusiones, heridas, golpes, torceduras, grietas en los pezones de las madres lactantes. La miel de abejas con la pulpa de
papaya ablanda cicatrices viejas y las minimiza.
Para acabar con las estrías y la celulitis. Se toma la pulpa de siete mangostanes, se les agregan dos feijoas, una cucharada sopera de miel, una cucharadita de polen de abejas, dos gramos de jalea real pura y, si se desea, dos a cinco gramos de clorofila que se saca del extracto de la
espinaca, de la col o del apio. Se mezcla todo y se licua, dejando para el final la jalea real.
Para rejuvenecer la piel, fortalecer el cabello, reducir el estrés, ordenar el ciclo de sueño y regenerar las funciones del sistema endocrino. Se licuan de tres a cuatro feijoas, se mezclan con miel de abejas y un gramo de jalea real puro. Se le puede agregar una cucharadita de polen de abejas. Consumir antes del desayuno por ciclos de 30 días descansando por 15 días.
Para el acné. Preparar una mascarilla con diez gramos de cáscara de papaya, diez gramos de pulpa de
mango y una cucharada de miel de abejas. Se mezclan los ingredientes y se aplica en el rostro por 20 minutos.
Para suavizar la piel. Se mezclan guayaba, mango, papaya y miel de abejas y se deja actuar durante 20 minutos.
Para nutrir y humectar la piel mixta. Se machaca un
aguacate y se la agrega miel de abejas; dejar actuar sobre la piel durante 20 minutos.
Laxante y emoliente. Consumir
ciruelas en ayunas con miel.
Para la tos. Se toma una
granada agria y se le extrae el zumo, luego se le añade miel y se coloca en un recipiente, revolviendo bien hasta que se disuelva la miel. Se calienta un poco y se toma. También puede abrirse un coco (conservando su cubierta fibrosa) y se le añade miel de abejas y se pone a fuego. Se deja hasta que se forme un jarabe que se toma cada dos o tres horas.
Para la tos. Se corta una
piña sin cáscara, sólo el corazón y la pulpa, y se pone a hervir con miel de abejas durante cinco minutos. Se consume tibio.
Expectorante. Se toma un sartén pequeño muy limpio (que no tenga grasa) y se pone al fuego. Se va cubriendo con rebanadas de la pulpa de mango hasta cubrir el fondo, se le agrega una cucharada y media de miel de abejas y se pone a fuego lento. El jarabe que va resultando se consume inmediatamente. Cuando ya no suelte más jarabe la masa que queda, se consume caliente.
Para regenerar las células. Tomar de 3 a 5
albaricoques frescos, añadiendo una cucharada de polen y dos de miel de abejas. Consumir dos horas antes del desayuno por 15 días.
Catarros. Se mezcla un vaso de jugo de
sandía previamente colado con una cucharada de miel, se calienta y se toman tres cucharadas cada dos horas entre comidas.
Mascarilla nutritiva y refrescante para cutis normal y seco. Machacar dos o tres
fresas con una cucharada de crema de leche y una de miel. Aplicar durante quince minutos en el rostro y limpiar con algodón empapado en leche.
Para limpiar cutis grasos y con espinillas. Mezclar cincuenta gramos de requesón con una cucharada sopera de miel. Dejar actuar durante 20 minutos y retirar con un algodón empapado en leche.
Asma. Tomar en ayunas jugo de
perejil, mezclado con leche muy caliente y miel.
Tos persistente, resfriados, gripe, catarros. Tomar una
manzana y quitarle el corazón, poner en el lugar del corazón una cucharadita de miel de abejas. Poner a fuego lento a cocinar hasta que desprenda un jarabe que deberá mezclarse con el zumo de un limón.
Ronquera. El zumo de limón al cual se la añade el zumo de la
cebolla (se ralla y el jugo se cuela), con miel de abejas, es excelente en caso de ronquera y problemas del sistema respiratorio.
Para la tos, ronquera laringitis. Se mezclan partes iguales de miel de abejas y jugo de limón colado, se calientan y se toman cada dos horas. A los adultos una cucharada sopera, a los niños una cucharadita.
Molestias de la garganta, tos, tos crónica. Triturar un
plátano bien maduro hasta formar una masa, agregar a esta masa el zumo de un limón grande, una naranja o una mandarina, y una cucharada colmada de miel de abejas, y poner a calentar a fuego lento por unos cinco minutos. Consumir inmediatamente. Especialmente efectivo hacerlo antes de acostarse.
Reumatismo. Machacar las semillas de la
amapola y mezclarlas con miel.
Resfriados, tos, bronquitis. Hervir diez gramos de semilla de
hinojo en medio litro de leche o agua, agregándole miel de abejas. Tomar varias tazas durante el día.
Para los parásitos. Tomar semillas de limón machacadas y endulzadas con miel.
Problemas digestivos, hipertensión, corazón, nervios. Pelar y preparar una pasta con la pulpa de las manzanas, poner a fuego lento con igual cantidad de miel hasta que se forme un jarabe que debe consumirse fresco.
Para controlar la alopecia o calvicie:Ingredientes:
10 Gramos de pulpa de papaya fresca
10 Gramos de pulpa de
mango
1
guayaba madura
1
feijoa pequeña
½ vaso de agua
1 Cucharada de polen de abejas puro
2 Cucharadas de miel de abejas pura
Preparación: se licuan las frutas con medio vaso de agua, se cuela, se agrega el polen y la miel. Si es para cabello normal se aplica una vez por semana; para cabello graso, agregarle 10 gotas de
limón (tres veces por semana); si es seco, una cucharadita dulcera de aceite de almendras (dos veces por semana).
Aplicación: todo se mezcla sobre el cabello, sin masajearlo. Se debe utilizar un gorro de baño durante diez minutos. Es importante que no se use champú porque con esta masa, el cabello queda completamente limpio.
Esta fórmula también sirve para estimular el folículo piloso que no está muerto. Esta fórmula es indicada para la alopecia abreata producida por hongos, medicamentos y quimioterapia.
Para fortalecer el cabello y evitar su caída. Mascarilla de guayaba mezclada con
pepino, zanahoria, aloe y miel de abejas.
Contraindicaciones Se recomienda controlar su consumo para personas diabéticas o con problemas de azúcar.Pero d
ebido a sus componentes, la miel está clasificada en el grupo de los alimentos hidrocarbonados, es decir, los que están formados por hidrógeno, carbono y oxígeno, elementos que proporcionan calorías al organismo, lo cual se traduce en energía Si bien la miel es asimilada perfectamente por la inmensa mayoría de las personas, pueden darse algunos casos en que se presente alguna reacción adversa, como por ejemplo aquellos que son alérgicos al polen y, por supuesto, los diabéticos.Sus propiedades cicatrizantes y humectantes la convierten en el ingrediente número uno de cremas y ungüentos para la piel. Diluida en leche tibia es una excelente loción que se aplica en el rostro y el cuerpo; mezclada con yema de huevo y unas gotas de aceite de almendras ­para cutis secos­ o jugo de limón ­para cutis grasos­ es una excelente mascarilla limpiadora y preventiva de las arrugas. Además, mezclada con una infusión de berros, sirve para atenuar las manchas en la piel, y combinada con glicerina y jugo de limón ayuda a aliviar irritaciones y quemaduras causadas por la insolación.
La miel es la estrella protagónica de centenares de remedios caseros, recetados para aliviar y prevenir toda clase de males, desde artritis y fiebre hasta un excesivo deseo sexual.
En caso de irritación en la garganta ­producida bien sea por gripe, inflamación o lesión­ o ulceraciones en la boca, se recomienda hacer gargarismos con una cucharada de miel diluida en medio vaso de agua tibia. Igualmente, en casos de tos, gracias a los monosacáridos, la miel tiene un efecto expectorante y antitusígeno.
Por su parte, a las personas que sufren de úlcera gástrica se les aconseja tomar una cucharadita de miel pura en las mañanas, dejándola diluir bien en la boca antes de tragarla; luego, debe esperarse al menos una hora antes de ingerir cualquier otra cosa.
La combinación de miel y jugo de limón también se recomienda para casos de fiebre, tomándose varias cucharaditas durante el día.
Su consumo tiene efectos positivos a nivel del corazón, ya que favorece la producción de fosfatos orgánicos que regulan el ritmo cardíaco y estimulan el riego coronario. Igualmente, por ser rica en minerales y oligoelementos, influye sobre las enfermedades reumáticas; estimula el metabolismo hepático, por lo cual tiene un efecto desintoxicante en todo el organismo, y es un extraordinario reconstituyente.

Su uso regular actúa como tonificante de los corazones lacerados por la vida estresante. Es un sedante para el cuerpo.
Hígado: aumenta la cantidad de glucógeno disponible, lo cual ejerce una función protectora sobre el hígado.
Afecciones respiratorias: tos, bronquitis, sinusitis, irritaciones de la garganta.
Corazón: aumenta el caudal de los vasos coronarios. Ahorra energías al corazón fatigado al facilitar sus contracciones.
Fatiga: actúa contra la astenia y la fatiga. Nos ayuda a recuperar el equilibrio. Suprimir el azúcar en beneficio de la miel nos asegurará una muy buena recuperación.
Digestión: contra el estreñimiento (tomando una cucharada sopera acompañada de una fruta). También protege la flora intestinal gracias a su poder antiséptico.
Sistema óseo: la miel es recalcificante para los huesos y los dientes.
Heridas: por su acción antiséptica, es muy eficaz contra cualquier tipo de heridas gracias a su poder de regenerar las células.


Recetas con miel
Añadiremos a continuación algunas recetas sencillas que fácilmente podremos elaborar en casa y cuyos ingredientes son fáciles de conseguir.
Contra la tos: mezclar dos cucharadas soperas de glicerina con una de miel. En cada acceso de tos tomar una pequeña cucharadita de esta mezcla.
En caso de bronquitis: hervir dentro de un saquito 175 gramos de lino. En la decocción añadir el jugo de tres limones y medio kilo de miel para un litro del compuesto.
Para el estreñimiento: mezclar miel con leche hervida, a partes iguales, tomando dos tazas al día durante dos o tres semanas. Tomarlo bien caliente.
Para los resfriados y la voz ronca: exprimir un limón y diluir con dos dedos de agua caliente, añadir dos cucharadas pequeñas de miel e ir tomando a sorbos.
Para cicatrizar heridas: mezclar a partes iguales miel con aceite de hígado de bacalao. Untarse con esta mezcla las heridas y veremos que cicatrizan prácticamente de un día para otro.
Receta contra las pecas: mezclar 250 g de miel, el zumo de un limón, 60 g de glicerina, 60 mm de alcohol de 70º. Aplicar por las mañanas y al acostarse.
Remedio contra las impurezas cutáneas: mezclar a partes iguales miel y leche añadiendo a la mezcla el zumo de un limón. Agitarlos intensamente y aplicar la emulsión al cutis cada noche antes de acostarse. La piel queda más limpia y veréis cómo los granos e impurezas van desapareciendo.

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