El aroma, el precio y la botella.

Una de las mayores preocupaciones entre quienes se inician en el campo de la , consiste en saber diferenciar cuales aceites esenciales son de muy buena calidad, y cuales artificiales o malos. Por esto mismo, resultan bien útiles estos de Keter :
Básicamente, hay que tomar en cuenta tres aspectos: el aroma, el precio y la botella.
En relación al aroma, el aceite que se emplee en
debe oler igual a la parte de la planta de la cual se ha extraído. Por ejemplo, si destapamos un frasco de aceite de jazmín, y lo olemos, claramente debemos percibir la fragancia que despide la flor del jazmín (muy conocida por la mayoría de las personas). Si no podemos asociar rápidamente el olor del jazmín, con la flor, entonces nos encontramos frente a un aceite adulterado.
La evaluación que realizamos a través del precio del aceite esencial que empleemos en
es muy sencilla, pero para nada tiene que ver con el concepto erróneo de “a mayor precio, mayor calidad”. En este caso lo que vamos a tener en cuenta es si todos los aceites tienen el mismo valor o si según el tipo de aceite, su costo varía. Por ejemplo, ingresamos a un negocio naturista y preguntamos al vendedor el precio del aceite esencial de rosa, él nos mira sonrientes y nos indica un valor; luego preguntamos por el aceite esencial de hinojo y nos responde el mismo valor; y así consecutivamente hasta que el vendedor nos indica que todos los aceites valen lo mismo. ¿Por qué debemos desconfiar de la calidad de estos aceites si eso nos ocurre?.
Pues porque si los aceites fueran naturales, no sería posible que valieran lo mismo, puesto que no todas las plantas son tan accesibles. Existen algunas plantas en donde el porcentaje de esencia que se obtiene es realmente muy bajo, sobre todo la Rosa, el Jazmín, Melisa o el Azahar. Se necesitan más de 30 rosas para extraer una gota de esencia, 1.000 kilos de flores de jazmín para obtener un litro y 160 kilos de planta de Melisa para lograr 10 ml. de aceite.
Es por ello que debo decirles con sinceridad lo siguiente: comprar aceites esenciales es muy costoso (un frasco de 10 ml. de incienso puede oscilar los 1o dolares). Pero existen soluciones alternativas: por ejemplo, comprar los aceites esenciales ya diluidos en un aceite vegetal vehicular. En este caso, como se utilizan en la preparación sólo algunas gotas del aceite esencial, entonces los costos se reducen.
La botella del aceite esencial que compremos siempre debe ser oscura (generalmente es marrón o azul), esto se debe a que los aceites son muy volátiles y se evaporan fácilmente al contacto con la luz.
Recuerden aquí también, que una botella muy bonita o bien decorada, no implica que la calidad de su contenido sea buena.
Realicen todas las evaluaciones indicadas y no se dejen llevar solamente por lo visual, que a veces resulta tan atrapante.

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